Sobre Cartas Bajas y Picas

Es increíble como un juego puede influir en la vida...
Recuerdo esa noche en Quillón, cuando estaba en el cuarto lugar de Carioca, y aunque no tenía opciones de quedarme con el juego, mi objetivo era pasar a la Milena que estaba tercera... Eran diecisiete puntos de ventaja los que me tenía, y aliada con Mauricio, comenzó a juntar cartas bajas... Pero pasó lo que tenía que pasar... Juntaron 34 puntos, y era imposible que yo tuviera 17, para solo empatarle... Y durante las dos primeras rondas de la escala real junté cartas bajas, pero cuándo me dí cuenta de lo imposible que sería superar eso, decidí desviar la vista del resto hacia una parte, mientras yo hacía otra cosa... Y comenzé a juntar picas... Una a una daban vuelta en el mazo, y no las tomaba cuando la botaban, sino cuando me salían... No me desesperaba por tomarlas, y fueron una a una apareciendo en mis manos... Llegó el momento en que sólo me faltaba el Kaiser, y estaban los dos dando vuelta en el mazo... Nunca me salían, ni a la persona que estaba antes de mí... Hasta que llegó a mis manos... La cara de impresión del resto cuándo me bajé, y gané ese juego para quedar segundo en la general fue genial...
La vida de repente sirve tomarla como un juego... Sobre todo en el mundo en que vivo, en que nadie deja ser feliz a otro sin molestarlo, sin tratar de meterse en algo ínfimo... Así Mauricio mostró la carta a Milena en una fiesta, una actitud súper baja, que nunca me la esperé... O hablaron con la Daiana para decirle que me gustaba... En fin, muchas cosas que aunque me molestaron mucho, nunca las dije...
Pero aprendí la lección, y me dí cuenta de que si quiero hacer algo tranquilo, debo convencer al mundo que estoy juntando cartas bajas, lo que muchas veces no deja de ser cierto, pero si cambio de planes a mitad del juego, y no le aviso a nadie, puedo ganar, y se incrementan mis opciones, sobre todo si tengo alguién que haga el trabajo sucio, y retenga las cartas del resto (como en esa ocasión fue Paulo)... Pero si soy honesto desde un principio, nunca podré obtener lo que quiero, porque mis "amigos" no me dejarán...
Y es que la vida es un juego, que trata sobre cartas bajas y picas... Que trata sobre mentir y ganar... Por eso admiro a Ronaldinho... Sus amagues son lo que quiero demostrar con mis frases... El mundo pensará que voy hacia un lado, y cuándo se den cuenta de mis verdaderas intenciones, y quieran alcanzarme ya estaré demasiado lejos, y tarde o temprano, el Kaiser de Picas llegará a mis manos, el juego será mío... Y la escalera real estará en la mesa, ante el asombro de todos...


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