Cicatrices...
Si hay algo que todos tenemos en común, es la capacidad de herirnos...
Incluso para algo tan burdo como hacerse hermanos de sangre requiere que ese líquido rojo brote un poco desde nosotros...
Yo he tenido muchas heridas, demasiadas quizás...
Siempre recordaré un porrazo en bicicleta que todavía se nota en mi rodilla izquierda, y eso que han pasado cerca de veinte años desde ese día de vacaciones... Un centímetro de cicatriz en mi rodilla me recuerda que me costó dominar una técnica, que ahora la tengo en mi inconciente... Pero tuve que sangrar...
En clase de Artes Plásticas en octavo básico, haciendo tallado, un formón paso de largo y rompió parte de mi mano... Los dos pisos, más la cuadra que tuve que caminar hacia la enfermería fue testigo del chorro y luego gotas de sangre que salió... En realidad, no me dolió en lo absoluto, pero a los pocos minutos vi mi mano llena de vendas, y me enseñó que definitivamente, las Artes no eran lo mío...
Y así, muchas heridas he tenido, y muchas han sanado sin dejar cicatrices... Y esas dos quedaron, enseñándome cosas... Recordándome que todo pasa por algo...
Por esto es que orgulloso reconozco los verdaderos "tajos" que tengo en mi ojo derecho... Nunca los negaré, e incluso, maliciosamente, e incluso, masoquistamente, me seguiré sacando las costras, porque son cicatrices que quiero tener...
Quiero recordar que nada es perfecto, y que hasta la historia más linda puede terminar con heridas... Y no importa que no sanen... Aprenderé a vivir con ellas...
Sea una, dos, tres... O los siete cortes que tenía inicialmente... Da lo mismo... Lo que importa es que lo de la cara no es nada comparado a las cicatrices que quedan dentro del alma, por la decepción, y la rabia de haber fallado... NO una, ni dos... Miles de veces
No me quiero culpar, pero el último tiempo ha sido un fracaso...
Fracasé como amigo, porque no pude evitar que mi mejor amiga acabara consigo misma... Fracasé como pareja, porque no pude mantener una relación cuando llegaron los problemas...
Soy débil, lloro, y sobre todo, sangro...
Y las pintas rojas que se ven de afuera no son nada a lo que sangra el alma...
Pero en serio... Da lo mismo... Lo que yo sangro no es nada comparado a lo que sangra el resto...
Pero saben... Da lo mismo... Porque siempre podremos encontrar alguien que cure nuestras heridas... Aunque queden cicatrices...
Cicatrices que las tendremos aunque no queramos...
Cicatrices que te enseñan que nada es fácil...
Cicatrices que te acompañarán el resto de tu vida, atesorando recuerdos...
Y eso que sólo son cicatrices...


